¡Hola! Soy Mía, una perrita grande de tres años. Mi historia comienza en un lugar muy difícil: un canal de aguas negras donde se vertían los desechos de una granja de puercos. Mi mamá fue asesinada en ese lugar, y otra perrita valiente nos adoptó a mí y a mis hermanos. Cuando salíamos en busca de comida, nos amarraban y nos pegaban. No nos dejábamos atrapar fácilmente, luchábamos por nuestra libertad y por sobrevivir.
La vida en ese lugar era un constante desafío. Cuando intentábamos buscar algo de comida, nos amarraban y nos golpeaban. La crueldad humana marcó cada día de nuestras vidas en ese lugar oscuro. Pero siempre mantuve mi valentía y mi espíritu inquebrantable.
Un día, una persona de buen corazón nos reportó y llegamos a este refugio. Ahí recibimos cuidados, amor y protección. Fue un gran cambio en nuestras vidas. Aunque aún tengo recuerdos dolorosos de mi pasado, he aprendido a confiar en los humanos que me cuidan.
Mi personalidad es tranquila y amorosa, pero también voluble y noble. Soy cariñosa y activa, disfruto de los momentos de juego y caricias. Me encanta explorar y proteger mi territorio, aunque me aseguro de demostrar amor a quienes me rodean.
En cuanto a mi salud, he completado todo mi protocolo de salud. Gracias a eso, me siento fuerte y sana para disfrutar cada día al máximo. Estoy agradecida por la segunda oportunidad que la vida me ha brindado y estoy lista para compartir todo mi amor con una nueva familia.